Los datos fundamentales de mi formación son Económicas en St. Gallen y un MBA en la Wharton School. Originalmente mi deseo era ser diplomático. Sin embargo, resultó que la banca de inversión también abría un mundo de interesantes posibilidades internacionales. A través de mi trabajo con empresas privadas establecí contacto con los propietarios para asesorarlos en el ámbito familiar.
Reciben mi asistencia en la transición del empresariado a la inversión financiera. Se trata de un momento crítico en todos los sentidos, puesto que a veces involucra a diferentes generaciones y supone una transferencia de conocimientos, especialmente en lo que a riesgos se refiere. La relación con mis clientes es un proceso de aprendizaje muy interesante y mi motivación diaria.